Tiene 84 casas, escuela de primeras letras, iglesia parroquial (Santa María Magdalena), una ermita (San Roque) y buenas aguas potables. Confina con Ucieda y Barcenilla.
El terreno es de buena calidad, y de secano la mayor parte; por él corren las aguas de un arroyo que se forma de las de una fuente que nace en la población con tal abundancia que sin dificultad supera a las que dan origen a las del caudaloso Ebro. Esta fuente tiene la particularidad de secarse por períodos de media, una o dos horas, volviendo luego a brotar con la misma fuerza de ordinario.
Tiene mancomunidad de montes con los pueblos del Valle de Sopeña y Ucieda. Pasa por este pueblo la carretera de Santander a Reinosa; los demás caminos son locales.
Produce maíz, alubias, patatas, frutas, hortalizas y pastos; cría ganados, caza mayor y menor, y pesca truchas y anguilas. Tiene dos molinos harineros y un batán. Se celebra una feria de ganado vacuno muy concurrida los días 25,26, y 27 de septiembre de cada año.