Se compone de 36 casas, de regular fábrica y distribución interior, entre ellas la consistorial en la que se halla también la cárcel; una escuela de primeras letras y varias fuentes de saludables, frescas y cristalinas aguas; la iglesia dedicada al Arcángel San Miguel pertenece a la vicaría de cinco villas y la parroquial de Pesquera, habiendo además una ermita con la advocación de San Roque. En el término, además, se encuentran muchos manantiales de buenas aguas y una ermita situada en una altura con el nombre de Nuestra Señora de las Nieves.
El terreno, aunque áspero, es bastante fértil y de buena calidad, y sería más productivos, si las frecuentes nevadas no lo impidiesen. Lo baña el río Irvienza que corre al norte; por el pueblo de Santa María y pierde su nombre al reunirse con el Besaya; sus montes están poblados de hayas, robles, álamos negros y otras especies de arbolado.
Produce trigo, habas, patatas, fresas, moras, avellanas y andrinas; ganado vacuno, caballar, cabrío, lanar y de cerda; caza jabalíes, liebres y perdices, encontrándose también algunos osos y zorros.
La industria de los habitantes está reducida a la agricultura y carretería. Población: 25 vecinos; 127 almas. El presupuesto municipal asciende a 900 reales y se cubre con el producto de pastos arrendables y por reparto vecinal.