Los linajes de este apellido parecen tener su origen en la descendencia de Juan Fernández Campuzano y Teresa de Tagle en el primer tramo del siglo XVI, de donde deriva entre otras la genealogía de los Condes de Mansilla.
El primer Conde de Mansilla, Don Antonio Campuzano y Riva Herrera fue bautizado el 26 de febrero de 1635 en la parroquial de San Juan en Cuchía, donde su abuelo había fundado una capilla en honor a Santo Toribio. El Conde mandó hacer la casa de su linaje en Santander, una casa de dos altos con torre grande en medio, y fundó una capilla en la Iglesia de la Compañía el día de Nochebuena de 1698.
Lógicamente, el apellido Campuzano, en esta forma o compuesto con otros, se puede ramificar por otros lugares de la geografía española o americana sin relación aparente con la casa solar de los Campuzano en Cuchía. Y al contrario: hay personas que no conservan en primer término el apellido Campuzano ‘?por haber recaído varias veces en línea materna- y sin embargo son originarias de este linaje. Tan válida es esta afirmación en este caso como en otros.
De todos modos, en Cantabria, las familias que llevaron principalmente el apellido Campuzano no se dispersaron demasiado. En el siglo XVIII, apenas una veintena figuran en varias localidades de Miengo, Arenas de Iguña, Cartes, Los Corrales de Buelna, Reocín, San Felices de Buelna y Torrelavega, lugares todos muy cercanos entre sí y casi de una misma jurisdicción. Dos siglos después, el número de ‘Campuzanos’ seguía siendo relativamente reducido y la distribución geográfica también muy semejante.