Algunas fuentes parecen indicar que Laín y Lainez, – con la característica terminación en ‘ez’ indicando su derivación de Lain- fueron apellidos más frecuentes en la tradición hispana que otros de sus semejantes. Como nombre y apellido, Laín se encuentra en diversos lugares de la Corona de Aragón en la Edad Media y en Castilla también hay rastro de varias personas con el apellido Lainez en la misma época.

En Cantabria, todos estos apellidos tuvieron una limitada difusión, comparándolos con otros de mayor raigambre. Sin embargo, pueden encontrarse significativamente en algunos enclaves. Por ejemplo, varias familias con el apellido Laiz o Lainz aparecen asentados en Ajo en el siglo XVI, donde llegaron a formar una conocida saga de canteros. Los interesados en este apellido pueden consultar el estudio elaborado por Lainz Gallo titulado ‘Estudio genealógico del apellido Lainz’.

En cuanto a otros apellidos semejantes, que pueden tener o no un origen semejante, está por ver si estas familias ya estaban en el siglo XVI en Cantabria o llegaron de otros lugares. Es evidente que algunos ‘Llain’ vivían en Rasines en el siglo XVIII, pero casi no hay noticias de familias con los apellido Lain o Laínez, precisamente las más extendidas fuera de esta región.

En todo caso, la gran corrupción ortográfica que puede observarse en los documentos históricos con la escritura de los apellidos obliga a ser muy cautos a la hora de establecer afirmaciones categóricas en esta materia.