Muchos topónimo que comienzan por ‘Tor’ y ‘Tur’ (Toranzo, Turieno, Torices, Toraya) derivan según el profesor Villar Liébana de una raíz indoeuropea que significaría ‘frotar, restregar, romper con fricción, penetrar, perforar’. Ciertamente es muy parecido a lo que hace un animal bravo, aunque también es la acción o el rasgo característico de las corrientes de agua.

Si bien parece que los Toraya cántabros tienen su cuna en ese lugar de Ribamontán al Monte, no hay tantas noticias del origen trasmerano como del linaje santanderino, el cual arranca del enlace entre García González de Toraya ‘?testó en 1525- y María Gutiérrez de Escalante.

El mayorazgo de este linaje pasó de generación en generación hasta que por falta de ‘Torayas’ recayó en Ramona Antonia de Castejón y Sota, de Muriedas, que en 1776 vivía casada con José María de Miera en Selaya. Naturalmente, entre los siglos XVI y XVIII otras familias con el apellido Toraya nacidas de este tronco santanderino recalaron en Andalucía, América y otros lugares.

Entre los del apellido Toraya hubo varios Capitanes. Algo de fortuna hizo Marcos de Toraya Santiago, quien murió en la ciudad de Mariquita, en Indias. Dejó este personaje 18.000 pesos y tres granos de oro de 18 quilates para que con la renta se fundase una capellanía en Santander, donde había nacido.