Tiene 122 casas; la consistorial, escuela de primeras letras, dotada con 1.300 reales y una módica contribución por cada uno de los 60 niños que la frecuentan. Iglesia parroquial ( Santa María); dos ermitas (el Buensuceso y San Antonio) y buenas aguas potables. Confina con Trucíos, Arcentales, Balmaseda y Camargo, todo correspondiente a la provincia de Vizcaya.

El terreno es arenisco y de mala calidad, consiguiendo sus habitantes, sólo a fuerza de trabajos y abonos alguna cosecha; por él corren las aguas del río que baja de Tejeda, al que cruzan cinco puentes y las de los riachuelos Altura, Manzanalejo, los Pajares, Raneros y Palacio.

Hay algún arbolado de roble y matas bajas, que apenas proporcionan la suficiente leña para el carbón de las ferrerías y consumo de los hogares. Los caminos son locales, carreteros y malos.

Produce maíz, patatas, legumbres, alguna hortaliza y pastos; cría ganados, caza mayor y menor, y pesca de anguilas y bermejuelas. Tiene dos ferrerías y siete molinos harineros en decadencia. Se importa vino y carbón y se extrae el hierro.