Iglesia parroquial dedicada a San Pedro, servida por un cura: dos ermitas (La Virgen Santísima y San Roque); y varias fuentes de buenas aguas esparcidas por el término. El terreno es de superior calidad; participa de monte y llano; el primero contiene buenos prados, leñas, maderas de construcción y abundantes aguas que descendiendo a la población, ora sirven para amenizar sus campos, ora para mover algunas horas las ruedas de once molinos harineros que cuenta en un radio de 500 pasos; el último (el llano) proporciona las cosechas de maíz, alubias y demás productos de consumo.
Los dos barrios que forman este lugar los divide un arroyo que se titula Quivierda, para cuyo paso hay un puente de madera. Los caminos locales, si se exceptúa el que dirige a Santander, están en mal estado. Recibe la correspondencia de Cabezón de Sal por valijero, los lunes, jueves y sábados, y sale en los mismos días.
Produce maíz, legumbre, hortaliza y buenos pastos; cría ganado vacuno, lanar y cabrío. Caza lobos, corzas, zorros y alguna perdiz, y pesca truchas aunque pocas. Tiene por industria los molinos enunciados y la fabricación de albarcas que venden en el mercado de Torrelavega. Comercian con exportación de ganado vacuno e importación de vinos y cereales. Población, 85 vecinos, 500 almas.