Curiosamente, Lope García de Salazar sitúa el linaje de Liaño en Camargo y dice que eran buenos escuderos, aunque no muy rentosos. Dice también que el que más valió fue Lope de Liano que tuvo por hijos a Pero Díaz de Liano y Juan de Liano, que dejaron hijos y hay de ellos mucha parentela y son naturales de aquella tierra. Dice también García de Salazar que eran vecinos y contrarios de los de Cianca.

Los escuderos de Liaño alcanzaron cierto poderío en aquel entorno. Así lo demuestra que parte del vecindario del concejo declarara en 1403 que vivían con los escuderos de Liaño y que el mismo apellido sea uno de los citados en el Becerro de las Behetrías.

Siglos más tarde el apellido Liaño estaba extendido por una buena parte de Cantabria. No sólo en solitario, sino también en unión de otros apellidos como Gómez, Díaz o Gutiérrez. Se conoce que la mucha parentela que citara Lope García de Salazar continuó dando sus frutos.